Era mi primer año de secundaria. Estaba tan emocionada pues comenzaría nuevo año, nuevas aventuras y experiencias. Como todas las niñas tenía la esperanza que algún niño de último año se fijara en mí, pero vamos a ser realistas, cómo alguien de 17 años se va a fijar en una niña de 14 años, o por lo menos eso pensaba.
Él y yo nos conocimos por mis padres. Inmediatamente nos hicimos muy amigos, pero solo había un problema, él tenía novia y yo también tenía novio. Pasaron los meses y yo me enamoraba más de él, pero era un amor prohibido. Me acuerdo como si fuera hoy, era diciembre, estábamos en el cumpleaños de mi mamá, juro que ese ha sido el día más feliz de mi vida.
- Te tengo que decir algo
- ¿Que pasó? es malo
- No para nada, lo que te quiero decir es que mi novia y yo terminamos hace dos semanas.
No les puedo explicar lo feliz que me puse pero después toda esa felicidad se fue cuando caí en la realidad de que yo todavía estaba con mi novio.
- ¿Por qué terminaron?
- Pues la verdad ella ya me tenía cansado, no podía seguir más en una relación que no me hacía feliz.
- A mí también me está pasando lo mismo. Siempre peleamos y la verdad es que ya estoy cansada de lo mismo
- Pero y ¿por qué no terminas con él?
- Es que me da pena terminar con él, de verdad me quiere mucho y no creo que sea justo para él.
- Yo te comprendo pero no es justo ni para ti ni para él.
- ¿Tú crees que tengas razón Fernando?
- Claro que tengo razón.
Y así fue surgiendo la conversación, él me contó de todos sus planes, de la universidad que iría, también me contó que al otro día se iría a Estados Unidos a pasarse las vacaciones de Navidad allá. Cuando llegué a casa lo extrañé mucho, solo tenía que pasar unas cuantas horas con él para acostumbrarme a él como si lo hubiera conocido toda mi vida. De repente mi celular interrumpe mis pensamientos, cuando veo es mi novio que me esta llamando. Pensé mucho en lo que me dijo Fernando y decidí que era lo mejor, así que le expliqué a Diego cuál era la situación y que ya no podíamos estar juntos.
Al otro día llamé a Fernando y le conté que había terminado con Diego, él se puso tan feliz que me sorprendió, me prometió que desde que viniera íbamos a salir a celebrarlo. Los días pasaron y Fernando y yo no hablábamos, me sentía tan sola, necesitaba a alguien y Diego estaba ahí para mí y volvimos. Pasaron cuatro semanas y Fernando se enteró de que Diego y yo habíamos vuelto.
- ¿Cómo puede ser que me haya ido por cuatro semanas y desde que vuelvo me entero que estas con Diego otra vez?
- Pero no entiendo, ¿por qué estás así? no hay razón por la cual te tengas que enojar.
- Claro que la hay Marie.
- Ajá ¿y cuál es esa razón Fernando?
- ¿Quieres que te diga cuál es esa razón Marie? ¿QUIERES QUE TE LA DIGA?
- Por favor, si no te molestaría.
- La razón es porque me gustas demasiado, porque desde que nos conocimos supe que terminaríamos juntos, porque mientras estaba allá solo pensaba en ti, y me molesta que estés con alguien más que no sea conmigo.
Mi corazón palpitaba tan rápido que sentía que se me iba a salir por la boca. No podía creer lo que me estaba diciendo, cómo pude ser tan estúpida y nunca darme cuenta. No sabía que hacer. Yo quería estar con Fernando pero no quería romperle el corazón a Diego otra vez.
- No sé qué hacer.
- Yo sí sé, Marie, deja a Diego, yo sé que lo quieres pero eso no es suficiente y solo vas hacer que sufra más.
Tenía que tomar una decisión difícil. Duré días pensándolo bien, no quería cometer un error. Al final me di cuenta que lo mejor que podía hacer era terminar con Diego y no ilusionarlo más. Pasó un mes y Fernando y yo nos volvimos novios. Éramos la pareja perfecta, todo el mundo nos envidiaba incluyendo mis amigas. Siempre andábamos juntos y nos amábamos demasiado, yo era la mujer más feliz del mundo, claro en esos entonces.
Vino verano y Fernando iba para la universidad más popular de mi país y yo me iría por dos semanas para Europa y él estaría en su viaje de promoción con sus amigos. Gracias a ese viaje todo cambió, él y yo no hablamos durante esas dos semanas. El día que llegué estaba tan emocionada porque por fin lo iba a ver y lo iba abrazar y a besar. Sin embargo, él estaba muy distante y frío conmigo.
- ¿Qué te pasa Fernando? ¿Por qué estás así?
- Marie, tenemos que hablar
- ¿Qué pasó?
- En el viaje de promoción me besé con Elizabeth.
No lo podía creer, Elizabeth era su ex novia. Ella me odiaba, siempre trató de separarnos pero nunca lo logró. Recuerdo cómo mis lágrimas salían de mis ojos.
- ¿Por qué lo hiciste Fernando? ¿No era suficiente para ti?
- No es eso Marie, perdón de verdad, me arrepiento demasiado, yo te amo mucho pero yo no te merezco.
- ¡Te odio!
Me fui de su casa lo más rápido que pude. No podía creerlo, no podía creer cómo todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Pasaron días, semanas y meses y yo no sabía de él. Comencé a salir, a beber y todo lo malo que una persona pueda hacer. Todo lo que hacía solo era para llamar su atención lo cual estaba funcionando así que seguí haciendo.
En septiembre de 2013 me habló, me pidió perdón, me dijo que le diera otra oportunidad. Yo no me pude resistir, lo perdoné y ahora lo estamos intentando. Gracias a él soy tan feliz, él ha cambiado.
Con esta historia aprendí que todos cometemos errores, pero que tenemos que aprender a perdonar a la persona que nos hirió y darle una segunda oportunidad porque quizás esa persona haya cambiado.