AL FINAL, EL VACÍO ES LO ÚNICO QUE QUEDA

Mi historia comenzó en el tercer año de instituto.”Tenía muchos compañeros de clase, pero su comportamiento descarado nunca me pasó desapercibido. Era de mi estatura, moreno, con unos ojos muy especiales y, por supuesto, un mujeriego. Recuerdo que discutíamos muchísimo, casi todos los días pero, a la vez, él trataba de ligar conmigo, y yo pasaba, puesto que no me llamaba la atención él, sino otro de mi curso.
Acabado ese curso y empezado el siguiente, él seguía mostrando cierto interés por mi, e incluso algunas amigas mías bromeaban con ese tema hasta tal punto que decían que el se había echado novia sólo para darme celos.Lo peor fue que, poco a poco, nos hicimos bastante amigos, dejando a un lado el odio anterior, y andábamos bastante juntos.
No pude evitarlo, pero, poco a poco, me fui enamorando de él. Y, al parecer, él de mi.
El curso avanzaba y cada vez compartíamos más abrazos y miradas significativas, pero ninguno iba más allá, pues el tenía novia, y yo la conocía bastante porque era de mi grupo de amistades. Por eso mismo no quería que nadie se enterara de nuestra extraña relación, pero a él le daba lo mismo. Si me veía por el pasillo,se me acercaba por detrás y me besaba en la mejilla, alejándose con una sonrisa tonta después, y siempre buscaba un pretexto para abrazarme. Lo amaba, realmente llegué a hacerlo.Sobretodo cuando, a final de curso me preguntó si, cuando creciera se convirtiera en un jugador de hockey famoso me casaría con él. Supongo que sonará empalagoso, pero me enamoré todavía más con aquella pregunta.
Acabamos el curso y, tras un largo verano regresamos al instituto de nuevo, anhelando un nuevo curso juntos. Pasamos la primera semana muy unidos, y yo era muy feliz, pero, poco a poco noté que nuestra relación se enfriaba y no sabía por qué. Hasta que un día llegué a clase y ni me dirigió la palabra. No volvió a hacerlo en todo el curso. Me dolió tanto…
Me costó mucho sufrimiento olvidarle, pero aún a día de hoy, cuando alguien habla sobre él, noto tanto dolor dentro de mi, que siento unas inmensas ganas de llorar allí mismo. Es por eso que, aunque haya más chicos ninguno podrá ocupar el vacío que él me dejó. Él siempre será el único aunque trate de mentalizarme de que ya es agua pasada y, siento que no quiero ninguna relación seria con nadie porque después de lo que me pasó con él tengo miedo, miedo a arriesgarme a querer a alguien con todas sus consecuencias.

Cabe aclarar que esta historia la copie de otro blog y me encanto, aun que, me dio mucha tristeza pero bueno :) espero que les haya gustado...